30 de diciembre de 2010

La cura.

Las cosas, poco a poco se van esclareciendo, comienzo a ver (por fin) la luz a lo leeeeeeeeejos del tunel, es una buena señal, creo yo.

Hoy descubri el poder curativo que tienen las mañanas de verano, levantarme a las seis de la matina, agarrar la bici y pedalear escuchando mis canciones preferidas, definitivamente me renueva, me cambia el aire interno, es una limpieza general del alma. Hoy cuando volvi de andar en bici me dije:  

 "Madrugar tiene su lado positivo, escuchas los pajaros en plena libertad y te liberas, no te queda otra."


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