Remitiéndome a una canción de los caligaris,
voy a contarte todo lo que pienso,
en comparaciones que metáforas son.
Aunque vea la tele día a día,
y de vez en cuando ocupe la butaca de algún cine,
vos siempre vas a ser mi fiel teatro.
Aunque le dé al dulce leche,
y me puedan las frutillas con crema,
vos siempre vas a ser mi frasco de Nutella.
Aunque haya pagado la entrada para Narnia,
y al señor de los anillos la haya visto de rebote,
vos siempre va a ser mi Harry Potter.
Aunque lleve la pereza en las entrañas,
y la lujuria me caliente sin cordura,
vos siempre vas a ser la gula.
Aunque a veces lo escuche a Silvio,
o Serrano entibie mis oídos,
y Serrat me haga la comida,
vos siempre vas a ser Joaquín Sabina.
Aldana Yanel Kosciak