No existe hipocresia más tremenda que la de sentirse libre sabiendose esclavo.
No existe mentira más despiadada que tus manos acariciando mi pelo, y tu mente pensando en fulana.
No existe enfermedad más destructora que no quererse a uno mismo, y amar sin razón a quien no merece nuestro cariño.
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ResponderEliminarBueno, como buena sabinera que parece ser, debería comprender ese cúmulo tan grande que encierra un "y sin embargo". Y todo también depende de si se trata de un puñado de mentiras piadosas o sí, tal vez, no sean más de cien mentiras que, al fin de cuentas, sólo digan la verdad.
ResponderEliminarNo digo ni que esté bien, ni que lo avale ni que lo soporte, ojo. Sólo me pareció simpático y apropiado ponerme a jugar con las palabras.
Vos si que sabes de que se trata la cosa, y por sobre todas las cosas sabes hacer juegos de palabras.
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