26 de agosto de 2010

Cuando llega el fin

Siempre que nos ponemos a mirar una novela, sabemos que algun dia, aunque lo veamos muy lejano, va a llegar el final. Y te moris de ganas que ese momento llegue ya, porque lo que en realidad nos interesa saber, es el desenlace de la historia, nos importa un bledo quien es este o quien es aquel, a nosotros nos interesa saber quien se queda con este y quien con aquel.

En fin, te enganchaste con una novela, y por mas que todos te digan "deja de ver esa porqueria", vos te plantas en el living todas las tardes, o todas las noches desde tu cama, frente al televisor a ver que pasa en ese capitulo, aunque en realidad ya sabes lo que va a pasar, porque lo viste en la publicidad donde te pasaron los adelantos. ¿Adelantos? Naaaaaaaa, te pasaron el capitulo entero, pero no te importa, te quedas frente a la tele para asegurarte de que en la publicidad no te mintieron.

Capitulo tras capitulo se te despiertan diferentes emociones y no te interesa que mientras llores porque Fulanito dejo a Menganita o por que alguno murio sorpresivamente, tu novio piense "que pedazo de tarada". Pero eso no es lo peor, la cosa empeora cuando vas saltando de la emocion al finalizar el capitulo a contarle a alguien el chiste que tiro el protagonista que desenvoco en una carcajada incontrolable de tu parte, pero claro, a quien le contas ni siquiera se le dibuja una mueca de sonrisa en la cara y encima, mientras intentas explicarselo, su unica reaccion es un "aaaah, mira vos". La cosa sigue, algunas veces, cuando el grado de cebacion con una novela alcanza su punto maximo, uno empieza a tener extrañas conversaciones con la television, si si, con esa caja cuadrada que tiene una pantalla al frente denominada televisor. Esto sucede, claro, cuando a los guionistas se les ocurre poner algo que a vos no te guste o al contrario, que te fascine. Malditos guionistas, tienen la capacidad de transformarnos en personas bipolares en un instante durante la hora de duracion de un capitulo, pero ojo, eso tiene su precio, porque te puedo asegurar que reciben mas puteadas que arbitro de futbol.

Emociones, sensaciones, sentimientos que despiertan las novelas. Pero ninguno de todos se compara con la adrenalina incontrolable que te recorre las venas el dia, al fin el dia, que tu novela llega a su desenlace. Te pasas todo el dia contando las horas, los minutos, los segundos que faltan para que veas por ultima vez la cortina del programa, esa que te acompaño durante tantos meses. Lo mas gracioso es que recien caes en la cuenta de que mañana a esa hora no tenes nada para hacer cuando aparece el tan esperado FIN y tan odiado en ese momento. Seguis con la adrenalina elevada a la enecima potencia y por mas que el final haya sido merecedor de aparecer en un cuento de hadas, se te despierta una sensacion de desilucion indescriptible, porque siempre, siempre nos vamos a quejar de algo, jamas un final nos va a complacer totalmente. ¿Y que haces con la adrenalina? Bueno, podes guardarla hasta la proxima novela que te cautive (lo cual pasara en breve) hasta que esa llegue a su fin y asi sucesivamente una y otra vez por el resto de tu vida.


Aldana Yanel Kosciak

1 comentario: